Pablo de Rokha
así, por la palabra, por la maquinaria ruidosa de la palabra, las hago
canciones sin tiempo,
y voy arando de inmortalidad el día grandioso.
Percibo el devenir mundial como imagen, sólo como imagen,
siento, pienso y expreso en imágenes irremediables
la lógica matemática de los fenómenos de los fenómenos de los fenómenos;
y mi condición esteticodinámica crea el universo
a la manera formidable de los espejos despedazados.
Hombres y máquinas y hombres
viven y mueren en mis poemas acumulados
la forma tremenda del sueño.
Soy gesto, soy violencia, soy mundo elocuente;
además, no tengo sentido conceptual,
o ando disperso y movible por adentro de la belleza acuartelada,
lo mismo que el pensamiento en las arterias,
y también como Dios, sí, como Dios en el alarido del hombre sublime;
sin embargo, me veo viéndome
con la mirada espectacular del análisis.
Palomas de cemento,
se me caen del traje rodante las epopeyas.
No conozco,digo,
no defino, nombro,
agrando la naturaleza;
expreso;
detrás, allá detrás de mi corazón, aúlla la nebulosa.
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